CORRESPONSAL ITINERANTE

En tránsito por los lugares de siempre

jueves, 11 de junio de 2009

To the limit

Tras unas minivacaciones blogueras(más bien un ataque de pereza), no puedo sino reanudar mi actividad con una foto y un par de reflexiones.

Este señor de aqui abajo es por lo que se ve un monje budista a quienes sus discípulos han querido homenajear, metiendo su momia en una vitrina para exponerla a todo el mundo... vamos, el homenaje que cualquiera querría.



Ante tal imagen quedo convencida de su anterior estado como budista. Qué detalle, los discípulos al ponerle su toga anaranjada, la cabeza gacha a modo de oración y sus gafas de sol... gafas de sol... gafas de sol... ¿para qué necesita una momia unas gafas de sol?

Fácil respuesta; para evitar que la gente vea las cuencas oculares de la momia, que no debe ser cosa bonita. O eso creo yo.

Pero ¿¿¿por qué unas gafas Rayban??? ¿No les iba a los budistas el rollo de voto de pobreza y van y ahora se pasan a las marcas?¿O es que ese día los discípulos lo querían poner coqueto?

Lo que sí es cierto es que ahora el maestro mola mazo. Y que me ha dejado pensando... qué misterio, tú.