CORRESPONSAL ITINERANTE

En tránsito por los lugares de siempre

lunes, 14 de diciembre de 2009

Resfriado

Hace mucho tiempo, cuando yo era una niña, recuerdo que mi madre nos levantaba a mi hermano y a mi cada día a la misma hora. Nos daba de desayunar, nos vestía y nos íbamos al colegio.

Y así, día tras día.

Incluso los de lluvia.

En el sitio de donde vengo es poco normal que llueva, pero cuando llueve suele hacerlo a gusto. Será que el clima se quiere resarcir. Y para nosotros, que no estamos acostumbrados a ese tipo de inclemencias climatológicas, tal evento supone un desajuste total de nuestros hábitos. Es así que los días que llovía en mi niñez, los colegios solían estar desiertos y los profes, si se dignaban a aparecer, se hinchaban a poner equis en la lista de ausencias de los alumnos.

Para los pocos que asistíamos era más bien un día ocioso y tenía su aquel el estar haciendo ejercicios extras bajo la luz artificial mientras se oía la lluvia golpear los cristales.

Básicamente éramos unos pringados.

Todos los que faltaban estaban en casa viendo dibujos animados y nosotros, la minoría, con los zapatos mojados resolviendo problemas de matemáticas.

De ahí, supongo, me viene el que me cueste tantísimo llamar enferma al trabajo. Ya se lo tengo dicho a mi madre. Es su culpa y de nadie más que me haya enseñado que uno no debe faltar a sus obligaciones y que hay que tener una razón muy buena para fallar a un día de trabajo.

No soy la única. A mi hermano le pasa lo mismo. Ya tenemos que estar muriéndonos para no sentirnos culpables a la hora de llamar enfermos...

Unos pringaos, lo que yo diga.

jueves, 22 de octubre de 2009

Achtung!!!


Es en los momentos de desesperación que ves con claridad cómo es la gente.
Está ahí lo mire por donde lo mire, pero no deja de sorprenderme. Y el mejor ejemplo lo tengo ahora delante de mis narices, desde hace tres días.

El 19 de octubre mi empresa nos anunció recortes en la plantilla debido a la crisis presente desde hace unos meses. Sólo porque éramos cuatro gatos en la oficina yo juraría que habría oído el sonido de una sirena de estado de emergencia inundar el edificio y ver a gente correr sin ton ni son esquivando cascotes de un techo desplomándose y azuzados por las llamaradas de un infierno inminente.

Claro, a nadie le agrada saber que tu esfuerzo de varios años puede estar a punto de irse al garete.

Fue justamente ese día que empecé a sufrir en mis carnes los azotes del día del juicio final laboral. Aún sin tener decisiones concluídas,ni nombres, ni criterios claros para hacernos una idea de quién iba a ser el pobre desafortunado en engrosar las listas del paro, ya podía ver una actitud indiferente entre los allí presentes.

Una falsa indiferencia, por supuesto, pero una indiferencia basada en la desconfianza, como si el hecho de que expresasen sus inquietudes les hiciese vulnerables y más propensos a acabar en la calle. Tremenda tontería, sí.

Esa fue mi primera impresión, pero después vino la confirmación. Ahora todos somos enemigos de todos. Y tengo la triste sensación de que mi base, que éramos una pequeña familia, se ha convertido en un nido de arpías deseosas de pisar cabezas. Fue así como descubrí a una senior, que siempre fue encantadora, hacernos un briefing delante de nuestro manager con preguntas trampa y pretendiendo pillarnos el más mínimo error incluso en el código de vestimenta, ni siquiera teniendo que ir de uniforme, cuando precisamente esta persona nunca lo había respetado hasta... hace tres días.


No sólo nos van a hacer una sangría sino que además ahora camino en un campo minado. Genial.

jueves, 8 de octubre de 2009

Esos ojitos


¡Qué feliz la tortuguita!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

6 feet over

Hoy es uno de esos días que ando medio dormida por cualquier rincón, que me salen agujetas furtivas sin haber hecho ningún esfuerzo aparente, que me duele la cabeza a ratos y hablo como el niño del Vicks VapoRub... que me pongo ñoña, vamos. Y que se me han acabado las vacaciones.

Y eso que mis vacaciones suelen ser lo más parecido a mis días libres, sosa que es una. Y maruja. No he hecho gran cosa en estas tres semanas y he estado perfecta hasta hoy que me ha entrado esta cursilería en el cuerpo.

El caso es que cuando me sumerjo en esta clase de estados, se me suele ir la cabeza por derroteros absurdos. Y es así como hoy le explicaba a Kheldar mi creciente inquietud por las actividades funerarias de los gorriones.

¿Cuántos gorriones puede haber en una ciudad?¿Miles?¿Cientos de miles? Siempre los vemos revolotear entre las mesas de las terrazas y para mí que son muchos. ¿Y cuál es el depredador natural de los gorriones? Probablemente los gatos, pero es que tampoco veo yo tantos como para ser el azote de la población gorrionil. Así que suponiendo que unos pocos mueren a garras de los gatos callejeros, el resto debe morir por causas naturales, ya sean enfermedades o por la edad. Que me ilustre el que sepa más del tema, por favor.

Siendo esto último y teniendo en cuenta el enorme número de estos animalitos que existen en la ciudad... ¿por qué no vemos cadáveres de gorriones fulminados a los pies de los árboles, en los parques, en las calles...? ¿Es que tienen un santuario?¿Dónde queda?¿Se autodestruyen cuando mueren?¿Existe una mafia entre los pajaritos que se deshace de los cuerpos eficientemente?¿Tienen la decencia de morirse dentro de los límites de sus nidos para no molestar a los viandantes?...

¡Es que me corroe la curiosidad!

lunes, 14 de septiembre de 2009

Viva el progreso

¿He dicho que soy un poco vaga? El caso es que podría escudarme en mi apretada agenda, mi emocionante vida social y mi agitado mundo laboral... pero seamos sinceros. Ni tengo tantas cosas por hacer en mi tiempo libre, ni tengo tantos amigos y ni he trabajado tanto estos meses.

Entonces ¿por qué siento que se me escapan los días y me cuesta más y más ponerme frente al ordenador para escribir una mísera entrada, o incluso escribir las mil y una historias de fantasía que siempre rondan por mi cabeza?. Falta de inspiración dirían los poetas... vaguería, diría yo, porque tal y como está el mundo hay cacho para cada día.

Para empezar podríamos comentar la genial idea de una señora del partido conservador portugués diciendo que los españoles mejor en nuestras casas y que si los tugas la votan no dejará que el AVE llegue a Lisboa porque no quiere influencias españolas en su país. La mayoría de los españoles diríamos... pos fale. Pero a mi, que a estas alturas estemos con reacciones de tipo medieval aislándose de los supuestamente malos de remate(tuvimos la mala idea de conquistarles hace unas centurias y aún les pica), pues me toca la moral. Yo lo plantearía de otro modo, señora, no la estamos reconquistando... están ustedes exportando los pastéis de bacalhau... se lo juro, están que te cagas.



jueves, 11 de junio de 2009

To the limit

Tras unas minivacaciones blogueras(más bien un ataque de pereza), no puedo sino reanudar mi actividad con una foto y un par de reflexiones.

Este señor de aqui abajo es por lo que se ve un monje budista a quienes sus discípulos han querido homenajear, metiendo su momia en una vitrina para exponerla a todo el mundo... vamos, el homenaje que cualquiera querría.



Ante tal imagen quedo convencida de su anterior estado como budista. Qué detalle, los discípulos al ponerle su toga anaranjada, la cabeza gacha a modo de oración y sus gafas de sol... gafas de sol... gafas de sol... ¿para qué necesita una momia unas gafas de sol?

Fácil respuesta; para evitar que la gente vea las cuencas oculares de la momia, que no debe ser cosa bonita. O eso creo yo.

Pero ¿¿¿por qué unas gafas Rayban??? ¿No les iba a los budistas el rollo de voto de pobreza y van y ahora se pasan a las marcas?¿O es que ese día los discípulos lo querían poner coqueto?

Lo que sí es cierto es que ahora el maestro mola mazo. Y que me ha dejado pensando... qué misterio, tú.

lunes, 4 de mayo de 2009

Ni Cucal ni leches

Yo creo que una de las peores cosas que me pueden pasar es tener que enfrentarme a una situación de emergencia con el jet lag a la espalda.

Cuando digo emergencia me refiero, obviamente, a encontrarme con una cucaracha por el pasillo de mi casa justo cuando salía porque había quedado y ya llegaba tarde.

El caso es que no se puede dejar al bichito como Pedro por su casa porque... porque... porque no y ya está. Bastante cara está la renta como para encima tener inquilinos que no ayudan a la economía familiar. Ni que tuviera hijos.

Así que tras el susto inicial, porque soy una cursi y me dan mucho asco los bichitos, y el pánico que le siguió porque estaba sola en casa y no estaba ahí mi macho man para hacerse cargo del marrón, estuve barajando las posibilidades.

1. ¿Indulto o ejecución?... Que no, que no me quedo tranquila con la imagen de la cucharacha cotilleando en nuestras cosas, robándonos la wifi y comiendo las delicias del suelo. Como excepción a mi política pacifista hacia los bichos asquerosos que no me gustan pero a cuales respeto su derecho a vivir; ejecución.

2. Métodos de ejecución.

2.1.La hemos liado. Ni de coña pienso espachurrarla en la pared que dos meses antes me he pintado enteretica de blanco, yo sola. No, esa pared es sagrada y ahí no se espachurra nada. Me sentaré y vigilaré sus movimientos. Maldita charlie.

2.2.Instrumentos. No sé si será cierto, pero dicen que si la espachurras se quedan los huevos de sus futuros retoños en la superficie del instrumento castigador. Descartamos "zapatilla de estar por casa" como instrumento. No tengo periódicos a mano y una servilleta de papel no es lo suficiente consistente como para no notar el cuerpecillo crujientito del bicho, de modo que debo buscar un instrumento no-espachurrador.

2.3.Insecticida. Como vivo en un mundo mágico de colores, no pensaba que fuera a necesitar uno. ¡Mierda, mierda, doble mierda! Estoy desarmada e indefensa. Es la mejor opción si quiero un ataque a distancia y sin señales. ¡Y yo sin spray de pimienta! Pero no desisto. Lo único que puedo hacer es buscar algo que se le parezca. Entonces como una idea bajada de los cielos escoltada por querubines cantarines me acordé de mi producto predilecto.

3.Proceso. Pues ni corta ni perezosa empuñé el Vitroclen, que me deja la vitrocerámica como los chorros del oro, y digo yo que algo de tóxico tiene que tener... Lo peor que podía pasar era darle el colocón de su vida a la cucaracha y me lo agradeciese toda la vida, pero no creo que el ahogamiento por Vitroclen produjese tal efecto.

4.Resultado. Me voy a hacer representante de Vitroclen-multiusos. Tardé 10 minutos en deshacerme del problema y me fui feliz y contenta a mi cita.

¡Me encanta el olor a Vitroclen por las mañanas!

martes, 28 de abril de 2009

Pseudolus, Histerium y Erronius

Hoy quiero hablar de una película que para mi es genial en su totalidad pero que cada vez que la menciono se hace un silencio y sólo se oye un "cri cri... cri cri" de fondo. Y no porque sea una película friki, que no lo es. Es simplemente desconocida para la gran mayoría de la gente que conozco. Será que me muevo en los círculos incorrectos... vale, me muevo en los círculos incorrectos, pero aún así. No tiene perdón de dios perderse esta obra de arte.

Es de esas películas de las que me sé el diálogo de muchas escenas de memoria. De esas que nunca me cansaré de ver y con las que aún me río como la primera vez. Y no estoy hablando de La Vida de Brian... aunque me ocurre lo mismo, sólo que ésta sí que es conocida.

Cual fue mi sorpresa cuando hace unos años fui a ver una obra de teatro de Plauto y resultó ser en su mayoría lo que yo conocía de esta película (por lo que se ve la escasez de ideas en Hollywood tiene más tiempo de lo que pensamos)

Estoy hablando de Golfus de Roma. Y es una película con solera. Aún recuerdo cuando la veía de pequeña en casa de mis primos, sacada de una cinta WHS y grabada de la 2. ¡Qué tiempos aquellos!

Aquí os dejo una de mis escenas favoritas.

miércoles, 15 de abril de 2009

3 consejos básicos para (no) ligar espontáneamente

1. No te menosprecies delante de la chica a quien le tiras los tejos. No queda bien que tú mismo digas de primeras que eres un vago porque nunca has ido al Bando de la Huerta teniéndolo ahí mismo cada año. La verdad es que a mi si uno mismo me dice que es vago, me lo creo.

2. Habla con propiedad. Si te estás tirando el rollo con que has estado con un tal David Civera, no me vale que luego me vengas con que estuviste en su "CAMAROTE". Pobre David, arrastrando el barco de Chanquete a todas partes como "camerino"...

3. Asegúrate de que no hay nadie alrededor que pueda echar al traste tu ligoteo. Porque luego viene la señora Menganita a saludarte y después de haber estado trabajándote a la moza con tu pico de oro, va y te suelta que cuando te casaste. Y claro, tampoco queda muy bien que tengas que rectificar en el último momento  y repetir varias veces eso de que "noooo, si ya me separé y me divorcié en dos meses y ahora busco mi media naranja". Muy bien chaval. Sigue echando cebos. Además, ¿quién se va a fiar de alguien que se casa, se separa y y se divorcia en dos meses?

Como la vida misma y basado en hechos reales.

jueves, 2 de abril de 2009

Privilegios de profesión

Ser azofaifa tiene muchas ventajas.

Viajas mucho y ves mundo.
Te relacionas con gente de todas partes y aprendes mucho de ellos y de sus culturas.
Los billetes de avión te salen tirados de precio.
Puedes meterte en cualquier rincón del avión sin que nadie te mire raro.

Son sólo unos pocos ejemplos.

Pero lo que no me esperaba era poder hacerle calvos al mundo.
Sí, calvos.
El otro día nos cambiaron la configuración del 747 que íbamos a volar en el último minuto. Nah, la diferencia era que habría un compartimento de primera clase, lo demás seguía igual. Pero con lo que yo no contaba era con que los aseos de primera clase tendrían ventanillas.

Al principio se presentó como una ventanilla ahumada, para poder salvaguardar tu intimidad. Pero cual fue mi mayúscula sorpresa cuando descubrí un botoncito que hacía que la ventanilla pasase de un estado ahumado a otro transparente.
Ya no sé si es el rollo tecnológico lo que más me emocionó o el hecho de poder ver el exterior mientras hacía un pis.

Y después de hacer el ganso con el botoncito en plan "ahora me ves, ahora no me ves" caí en la cuenta del gran privilegio que es hacerle un calvo al mundo.

Porque se lo merece.
Por venganza.
Y porque a 30.000 pies de altura, al fin y al cabo, nadie te puede reconocer.

Muhahahahahaaaaaa!!!!!!

lunes, 16 de marzo de 2009

Métodos desesperados

Iba yo tranquilamente paseando por el Corte Inglés cuando vi anunciado este nuevo producto de belleza de una marca muy conocida. Me sorprendió que con las pintas que llevaba hoy, fruto de un resfriado que te deja pocas ganas de arreglarte, se me acercara la señora que estaba al frente del stand. Ya me imaginaba lo que me iba a decir:

"¡¡¡Zssss, zsssssssss!!!"

Pero no, me ofreció amablemente probar el susodicho producto. ¿Yo? ¿Con mis ojeras, mi pelo despeinado, mi nariz roja y despellajada y congestionada perdida... probar su producto?. Los ojos me chispeaban de emoción... alguien de un stand de belleza se me había dirigido amablemente a MI!!! De modo que como en una nube acepté.

"Pues mira, te limpiamos la piel, porque tienes que lavarla siempre antes de aplicar el producto, te lo pones y después va tu tratamiento diario de hidratante y demás cositas que te eches... y ahora mira tu mano derecha y compárala con la izquierda, ¿no es más suave?"
"... (Si bueno, es que la derecha está todavía pringada con su producto y la izquierda no... ¿no debería esperar a que se seque?) ...sí..."
"Es que es un tratamiento revolucionario que actúa a nivel genético..."
"¿Cómo?"
"Que actúa a nivel genético"
"...erm..."(uy uy qué mal rollo)
"Sí, con los genes"
"Vale, lo que usted diga... nivel genético, sí..."(el botón del pánico, ¿dónde está el botón del pánico?)
"Son 90 euros y..."
"Nivel genético, ya..."(recorrido visual en busca de la salida más cercana)
"Sí, regenera los genes"
"Bueno... creo que tengo que irme. Me llevo este panfletito, ¿vale?"(Lo que me voy a reír en casa cuando se lo cuente a mi chico)

Hasta este punto hemos llegado con la crisis. Ya no saben qué inventar y te quieren meter cremitas milagrosas que "actúan a nivel genético".

Y si fuera verdad, si no fuera por esos 90 euros, yo me la compraba... siempre he querido saber lo que uno siente al transformarse en Hulk... ¡y mientras te tratas las patas de gallo!

martes, 3 de marzo de 2009

Esa simpatía...

Una de las cosas que jamás entenderé es lo miserable que se sienten algunas personas en sus profesiones. O al menos la sensación que me da de que se sienten así.

El otro día fui al médico a una revisión rutinaria. Mira que vas ahí toda resignada, comiéndote el miedo a lo que te vayan a hacer (no, no es agradable que te claven agujas, que te soben en lugares recónditos, que te observen con lupa) y lo primero que ves es un señor que ni te mira a la cara y te dice un hola casi como si fueses su ex-suegra.

Intentas ponerle una sonrisa al asunto, cambiar el ambiente porque si el médico se siente relajado, tú te quedas más tranquila pensando que te va a hacer menos daño. Pero ni con esas. Y le dejas que te introduzca lo que él crea más conveniente por cualquiera de tus orificios corporales, le pones sonrisa, forzada, pero sonrisa. Le dejas que te palpe por donde crea necesario, le pones sonrisa, forzada, pero sonrisa. Te hace preguntas íntimas, le pones sonrisa, forzada, pero sonrisa... y él sigue tan seco como cuando entraste, te trata como ganado y te hace dejar la consulta casi en bragas y con un portazo en las narices.

Vale, está haciendo su trabajo, no tiene por qué tratarte con la dulzura con la que te trata tu abuela pero... ¡¡¡una pizca de compasión!!! ¡Es a mí a quien le están haciendo las perrerías, no a él! ¿Qué puede ser tan sumamente importante y dramático en su vida que no es capaz de devolverte esa sonrisa?

Ains!!!!!

jueves, 12 de febrero de 2009

Pin-up

Hoy me apetecen cosas de chicas.

El caso es que era eso o pasar la mopa por casa y la verdad me tira más ahora mismo mirar los vídeos en youtube que me manda mi madre, de modo que dejaré un tutorial que me ha gustado mucho porque me molan las pin-up. Y dan mucho juego. No diré más.

Por cierto, yo pensaba que los "enchinadores" eran otra cosa... nunca dejaremos de aprender.


http://www.youtube.com/watch?v=xunlyru_k-c

jueves, 5 de febrero de 2009

Disney Gótico

Gótico o de Tim Burton, como a mi chico le gustaba llamarlo. De mierda como a mí me gustaba llamarlo.

El caso es que después de tanto tiempo queriendo ir, después de todos los preparativos, los planes, las ilusiones... nos encontramos con la ley de Murphy.

Día Uno: vientos huracanados, lluvia torrencial, granizo, bajas temperaturas. Mojados desde las 10 de la mañana. Atracciones cerradas antes de lo previsto en las programaciones, sin tener que ver con el clima. Restaurantes cerrados.

Día Dos: nublado, temperaturas más bajas que el día uno, mucha más gente, colas de horas. El restaurante donde comemos como evento especial del viaje resulta dar un servicio pésimo, y acabamos quejándonos. Nos compensan con dos vales para saltarnos las colas, pero...

Día Tres: sol a rachas, temperaturas más bajas que el día dos, peligro de congelación de deditos del pie. Una de las atracciones que usamos con el vale se para en mitad de trayecto. Al final del día me encuentro con un chicle pegado en mis pantalones.

Así, ¿cómo se coge una las vacaciones? Lo tengo claro, la próxima en casa, debajo de las mantas. He dicho.

martes, 20 de enero de 2009

Medias

-Oye Maru-chan, ¿estás bien?
-Sí, ¿por qué?
-No sé, te veo rara, tienes una sonrisa extraña y caminas algo así...

Mierda, se me nota que estreno medias de soporte.

jueves, 15 de enero de 2009

JUEGOS DE GUERRA

Últimamente estoy repasando películas que ya no echan en la televisión y que formaron parte de mi infancia. Son esas joyas de los años ochenta que por alguna razón la gente ni quiere recordar ni quiere reconocer la genialidad que se encierra en ellas… vale, “La revancha de los novatos” no es que sea genial pero resultona sí que es y el Pelotilla se merece una estatua ecuestre. Pero ahora no me refiero a esa peli… la última en mi haber de tardes tediosas de jet lag es “Juegos de Guerra”, con Matthew Broderick.
Y una de esas pequeñas genialidades con las que me he encontrado es que el ordenador central, el supermegacomputador que protege a la humanid… digo, a los habitantes de Estados Unidos de la sombra de la tercera guerra mundial, y de los malvados misiles de la Unión Soviética(qué afán de protagonismo, tú) se llama nada más y nada menos que:

WAR OPERATION PLAN RESPONSE

A lo que, abreviando, se le conoce también como:

WOPR

Sí señor, una gran idea ponerle el nombre de una hamburguesa a un ordenador de defensa nacional. Lo peor de todo es que no me extrañaría que fuese cierto…

(Por cierto, si alguien quiere ver esta película les recomiendo el minuto 45’13”… ver a Matthew jugando al yoyó no tiene precio)