CORRESPONSAL ITINERANTE

En tránsito por los lugares de siempre

martes, 28 de abril de 2009

Pseudolus, Histerium y Erronius

Hoy quiero hablar de una película que para mi es genial en su totalidad pero que cada vez que la menciono se hace un silencio y sólo se oye un "cri cri... cri cri" de fondo. Y no porque sea una película friki, que no lo es. Es simplemente desconocida para la gran mayoría de la gente que conozco. Será que me muevo en los círculos incorrectos... vale, me muevo en los círculos incorrectos, pero aún así. No tiene perdón de dios perderse esta obra de arte.

Es de esas películas de las que me sé el diálogo de muchas escenas de memoria. De esas que nunca me cansaré de ver y con las que aún me río como la primera vez. Y no estoy hablando de La Vida de Brian... aunque me ocurre lo mismo, sólo que ésta sí que es conocida.

Cual fue mi sorpresa cuando hace unos años fui a ver una obra de teatro de Plauto y resultó ser en su mayoría lo que yo conocía de esta película (por lo que se ve la escasez de ideas en Hollywood tiene más tiempo de lo que pensamos)

Estoy hablando de Golfus de Roma. Y es una película con solera. Aún recuerdo cuando la veía de pequeña en casa de mis primos, sacada de una cinta WHS y grabada de la 2. ¡Qué tiempos aquellos!

Aquí os dejo una de mis escenas favoritas.

miércoles, 15 de abril de 2009

3 consejos básicos para (no) ligar espontáneamente

1. No te menosprecies delante de la chica a quien le tiras los tejos. No queda bien que tú mismo digas de primeras que eres un vago porque nunca has ido al Bando de la Huerta teniéndolo ahí mismo cada año. La verdad es que a mi si uno mismo me dice que es vago, me lo creo.

2. Habla con propiedad. Si te estás tirando el rollo con que has estado con un tal David Civera, no me vale que luego me vengas con que estuviste en su "CAMAROTE". Pobre David, arrastrando el barco de Chanquete a todas partes como "camerino"...

3. Asegúrate de que no hay nadie alrededor que pueda echar al traste tu ligoteo. Porque luego viene la señora Menganita a saludarte y después de haber estado trabajándote a la moza con tu pico de oro, va y te suelta que cuando te casaste. Y claro, tampoco queda muy bien que tengas que rectificar en el último momento  y repetir varias veces eso de que "noooo, si ya me separé y me divorcié en dos meses y ahora busco mi media naranja". Muy bien chaval. Sigue echando cebos. Además, ¿quién se va a fiar de alguien que se casa, se separa y y se divorcia en dos meses?

Como la vida misma y basado en hechos reales.

jueves, 2 de abril de 2009

Privilegios de profesión

Ser azofaifa tiene muchas ventajas.

Viajas mucho y ves mundo.
Te relacionas con gente de todas partes y aprendes mucho de ellos y de sus culturas.
Los billetes de avión te salen tirados de precio.
Puedes meterte en cualquier rincón del avión sin que nadie te mire raro.

Son sólo unos pocos ejemplos.

Pero lo que no me esperaba era poder hacerle calvos al mundo.
Sí, calvos.
El otro día nos cambiaron la configuración del 747 que íbamos a volar en el último minuto. Nah, la diferencia era que habría un compartimento de primera clase, lo demás seguía igual. Pero con lo que yo no contaba era con que los aseos de primera clase tendrían ventanillas.

Al principio se presentó como una ventanilla ahumada, para poder salvaguardar tu intimidad. Pero cual fue mi mayúscula sorpresa cuando descubrí un botoncito que hacía que la ventanilla pasase de un estado ahumado a otro transparente.
Ya no sé si es el rollo tecnológico lo que más me emocionó o el hecho de poder ver el exterior mientras hacía un pis.

Y después de hacer el ganso con el botoncito en plan "ahora me ves, ahora no me ves" caí en la cuenta del gran privilegio que es hacerle un calvo al mundo.

Porque se lo merece.
Por venganza.
Y porque a 30.000 pies de altura, al fin y al cabo, nadie te puede reconocer.

Muhahahahahaaaaaa!!!!!!