CORRESPONSAL ITINERANTE

En tránsito por los lugares de siempre

viernes, 26 de diciembre de 2008

Qué rebonica

Va otra de excavadoras... no sé qué tienen que no me puedo resistir. Será que me recuerdan a un futuro subterráneo, apocalíptico y tecnológico, superpoblado por gente con inevitables mutaciones genéticas y un gobernador de Californ... no espera. Bueno, es igual.

Los japoneses, viendo la que se nos avecina, por lo que se ve ahora quieren que toda esta maquinaria que parece tan seria(y apocalíptica) nos transmita una sensación de "aaaah, qué mono", para despistarnos... y lo han conseguido. Me parece moniiisima la excavadora fucsia y azul celeste... en serio, y tuve que pararme a mirarla. Ya sólo me faltaba ver al operario con el casco de Hello Kitty... algún día... ¡algún día!


sábado, 20 de diciembre de 2008

Xmas present

Justamente ha sido la ley de Murphy. Sólo hay una Navidad al año, y así sólo hay una posibilidad de hacerse Tío Gilito por un mes, y más en época de crisis.
"Genial"- me dije- "este año trabajo el 25 y esquivo el cambio de moneda". Pues mira tú que bien, voy y pillo un resfriado. Yo que estaba tan orgullosa de mi salud de hierro, de haber estado una larga temporada sin caer enferma voy y el día antes de irme a un viaje de 9 días por trabajo, que abarca Navidad, y que justamente había pedido, empiezo a moquear.
No me fastidies, ahora... ¡ahora!. Pues me niego a llamar enferma. Así que fui a la farmacia más cercana con mis kleenex y la nariz mojada.

-Hoda buedad... ¿me puede dad un medicamedto pada lod dedfdiados?que tenga antihidtaminicod, podque tengo que coged ud aviód y no quiedo hadedme daño ed dod oídod.
-Pues aquí tiene señorita, tiene todo eso que usted pide; descongestionante, antihistamínico y paracetamol. Toma ya.
-Gradiad.

Me faltaban manos para abrir la caja y darme un chute. Pasan las horas... snif snif. Esto no parece que cambie, yo sigo con moquera. Me voy a la cama. Me despierto con mocos. Sigo durmiendo. Me despierto con mocos. Sigo durmiendo. Me despierto con mocos. 6 de la mañana, a trabajar. Miedda. Segundo chute.

De camino al trabajo. Primera baja; oído izquierdo, barotrauma. Segunda baja; nariz roja y en proceso de irritación alarmante. Tercera baja; casi se me salen los ojos en cada estornudo y dolor en la caja torácica debida a la violencia de los mismos. Quiero dormir.

Se hace la hora de comer y me meto el tercer chute. "Por dios por dios, que se me pase pronto". Miro dónde me toca trabajar, ouch, business y llenos... doble miedda. Hablo con mi madre y la bendita intenta animarme y me sale con eso de que un resfriado sólo tiene 3 días de pico y después va desapareciendo. Qué gracia, ¿no?, yo ya voy por el segundo y me falta uno. Me miro al espejo en la oficina. Me lloran los ojos, tengo la nariz como Rudolph, se me cae el moquillo incontroladamente y no oigo por un oído. Bonita estampa.

Cuarto chute. Nada, no noto mejoría. Sigo escapándome al cuarto de baño a sonarme el resfriado y lavarme las manos. Y los efectos del antigripal sin aparecer, cosa que me mosquea mucho.

Cuando aterrizamos, y haciendo uso de mis poderes jedi bostezunos, consigo que no se me descompensen de nuevo los oídos. Ueeeh! Ha sido todo un desafío para mi, pañuelo en mano emanando fluidos nasales a tutiplén. Según mi madre ya queda menos para que se me vayan los síntomas raro-malos del resfriado... pero entonces ¿qué ha hecho la medicación?
¿Y dónde está ese descongestionante y ese antihistamínico, oiga?

Bueh, es igual, yo me meto otro chute por si acaso. Y van seis.

martes, 5 de agosto de 2008

Long live the babosa!

¿Qué haríais si os sintierais culpable de la muerte de un ser vivo? Yo, por lo menos, le dedico un blogmenaje. Ahí va, pequeña babosa, unas palabras hacia la ultratumba.

No quería hacerte daño pequeñita. Sólo quería devolverte a la jungla inofensiva de las ensaladas gigantes. ¿Coméis ensalada las babosas? Siento no haber sido más acertada en tus deseos. Siento haberme entrometido. Ni siquiera cuando te soplaba para evitar que cogieras el camino hacia mi comida pretendía hacerte daño. Durante media hora compartimos miradas, algún soplido que otro y una larga caminata errática sobre la mesa. Me gustaba tanto cuando olisqueabas el aire. ¿Te llegaba el olor a salsa de soja?Bailabas, de un lado a otro, sin son aparente y no te decidías a qué dirección ir. Hasta que se me acabó mi comida y tuve la fatal idea de decidir por ti, pensando que buscabas algo que echarte a tu diminuto estómago. De verdad que no debía haberte levantado hacia esa planta que parecía tan apetitosa. Eran unas hojas preciosas y a mi me resultaron muy atractivas. Pensé "¡A ella también debe parecerle un buen bocado!" ¡Qué error! Perdóname por haberte puesto encima de esa hoja, a un palmo de la mesa. Creí que te gustaría, que querrías comer... Ya ves, nosotros los humanos, siempre decidiendo por los demás. Entiendo tu impaciencia por llegar a la mesa. Al fin y al cabo ya estabas allí cuando yo llegué y te obligué a subirte a un lugar que no querías. Lo siento tantísimo. No pensé que no calcularías bien la distancia. Estaba observando el leve rastro de humedad que dejabas en tu camino hacia el borde de la hoja, sin pensar que te dirigías a tu perdición. Y lamento no haber tenido mejores reflejos cuando vi que te estirabas hacia el abismo, colgando de un fino hilo de baba. Nunca pensé que caerías, que el hilo se rompería. Me asusté, no lo dudes. Pensé que tendrías la situación controlada... pero me equivoqué. Mi pobrecita, estuviste un buen rato moviendo tu cabeza de un lado a otro, pero con tu cuerpo todo encogido. No me dejabas ver tus antenitas... te morías. ¡¡¡Y yo fui la culpable!!! ¡Si no te hubiese puesto en esa maldita hoja tan alta!
¿Qué podía hacer? Estuve observándote con la esperanza de que me sorprendieras y echases a andar como hacías cuando te vi por primera vez... pero no. Te desvanecías. Y te quedaste inmóvil. Seguí esperando, por si se trataba de una argucia tuya para alejarme de ti. Pero nada... Ni siquiera cuando por fin me atreví a tocarte... ¡nada! Estabas ahí toda encogida, inerte, y todo por mi culpa.
No quiero que te vayas sin saber que nunca quise eso para ti. Puedes ser una babosa menuda e insignificante para el resto de la humanidad, pero para mi fuiste una babosa simpática y adorable que me hizo compañía durante un largo rato un día de agosto.
Espero que ahora estés en un mundo hecho a tu medida, pequeñita.

viernes, 30 de mayo de 2008

¿Despiste o falta de ganas?

Hoy he leído esta noticia en elmundo.es:

TOKIO.- Intrigado por la misteriosa desaparición de alimentos de su frigorífico, un japonés se llevó la sorpresa de descubrir a una mujer que vivía en un armario de su casa desde hacía meses.

El hombre, un soltero de 57 años, había decidido instalar una cámara de seguridad en su casa, en la localidad de Fukuoka (oeste), para descubrir el motivo de la desaparición de comida de su cocina.

Y llamó a la policía cuando vio en las imágenes a una mujer que se paseaba por su domicilio en su ausencia.

"Registramos la vivienda y descubrimos a la mujer instalada en un armario", explicó un portavoz de la policía de Fukuoka.

La mujer, Tatsuko Horikawa de 58 años, vivía escondida en la parte superior de un armario, lo suficientemente grande para albergar a una persona acostada, donde había instalado un colchón y varias botellas de agua.

La mujer "explicó a los investigadores que no tenía dónde vivir. Parece que vivió aquí durante un año, aunque no todo el tiempo", declaró el portavoz.

La mujer fue detenida y la policía sospecha que pudo haber instalado escondrijos en los armarios de otras viviendas del barrio.


Bien... cosas que se me vienen a la cabeza:

1. ¿Este señor sabe lo que es el fondo de armario? juaaaaas... azucarillo por el chiste malo.
2. ¿Cómo contenía la señora la clase de sonidos que provienen de manera lógica de un cuerpo vivito y coleando como por ejemplo, sus propios ronquidos?
3. ¿Qué hacía los fines de semana?
4. ¿Dónde guarda este hombre la ropa de temporada?

¿Más sugerencias?

martes, 13 de mayo de 2008

Damos asco

Yo no era nadie. Un día, porque el Señor lo dispuso así, y ya sabemos lo que dicen de los caminos del Señor, mi hermano decidió casarse con una moza de buen ver, forrada y... famosa.
De repente yo, que ni pinchaba ni cortaba, que sólo me unían unos cuantos genes con mi fraternal homónimo, aparecía en revistas del corazón y curiosamente era la comidilla de las mujeres con papel albal en la cabeza de las peluquerías de barrio.

Joder, yo no he pedido esto. Joder, yo no quiero que me persigan ni que tenga que salir en los medios la marca del papel higiénico con que limpio mis humildes posaderas. Ni tampoco quiero usar gafas de sol. Yo no era nadie. Y ahora soy la "hermana de" a quien todos tienen derecho a perseguir y a fotografiar. Dicen que es por el derecho a la información. ¿Información sobre qué? ¿sobre mis idas y venidas en mis aburridos días?¿No sería más bien derecho a la polemización, si es que existe el palabro?Derecho a que los demás vengan y digan "La hermanísima llevaba pantalones de cuadros, queeeee hortera". Pues qué gracia, tú. Me ha tocado. Y paso de que me juzguen en todo momento. De tener que ver mi foto en revistas, y más que nada porque ni lo he pedido y porque ni saco tajada. No quiero entrar en el juego, no me arrejunto.

Entonces, ¿qué tiene más peso aquí? ¿La información de ávidas marujas que no tienen otra cosa que hacer en sus quehaceres cotidianos o la privacidad de una sola persona que nunca quiso ser el centro de atención?¿Qué derecho tiene más importancia?

Porque yo no era nadie y ahora soy una bruja por querer pasar desapercibida. Manda huevos con los caminos del Señor. Porque además, soy atea.

martes, 25 de marzo de 2008

AVENTURAS Y DESVENTURAS EN COMPAÑÍA DESAFORTUNADA

Pues sí, como en la típica película de policías en la que uno es muy duro y pasa de tener un compañero de patrulla, el cual acaba siendo muy patoso y provoca serios deseos de homicidio completamente voluntario por parte del protagonista… El compañero con el que me ha tocado trabajar estos últimos días ha sido una prueba a mi entereza estomacal y nerviosa.

No llegaría a explicarme del todo bien, más que poniendo ejemplos, de las situaciones absurdas en las que me veía con esta persona. Pasar demasiado tiempo con él provocaba preguntas retrospectivas con respecto a mi sistema de lógica. ¿Soy yo o es él?

Caso 1:
Yo: “¿Has desayunado?”
Él: “¿Hoy?
Yo: …

Caso 2:
(Llamada telefónica a mi habitación de hotel, una hora y media después de llegar de un agotador viaje de 12 horas y tras casi 24 horas sin dormir)

Él: “¿Sabes cuál es el prefijo de Japón?”
Yo: 0081
Él: “¿Estabas durmiendo?
Yo: …

Caso 3:
(Mirando el mapa tratando de encontrar la Fontana de Trevi en Roma, por expresa y repetitiva petición suya)

Él: “¿Dónde vamos?
Yo: …

Esto es sólo un brevísimo ejemplo de los días de tensión e interrogante infinita a los que he estado sometida… ¿Y cómo acaban esas pelis?…

miércoles, 19 de marzo de 2008

¿Y mi kimono?

¡Dios mío, qué susto, qué imagen, qué impresión!

Andaba yo tranquila por las tiendas del centro comercial, mirando, tocando... en fin, todo lo que una maruja en su día libre puede estar haciendo, cuando de repente, y sin percatarme de la calva, noté un movimiento siniestro. Pardiez, ¿es acaso un pequeño saltamontes llamando mi atención al más puro estilo shaolín?. Pues sí, y no deja nada que desear. Al más puro estilo de David Carradine.





Con todo, la primera palabra que se me vino a la mente fue... sobrecogedor. Porque anda que no da miedo el muñeco de los...

Seguiremos informando.





martes, 18 de marzo de 2008

Monumento

Y comenzamos este blog retransmitiendo desde Narita, donde parece que han hecho un hermoso monumento a las obras, las zanjas y esos vehículos casi sacados de una película de "Aliens" y que siempre me provocan el curioso deseo de hacerme una foto a los mandos de la máquina para sentir el poder... ¿qué tendrá Ripley, qué tendrá?



No me podrán negar que es toda una obra de arte.