Pues sí, como en la típica película de policías en la que uno es muy duro y pasa de tener un compañero de patrulla, el cual acaba siendo muy patoso y provoca serios deseos de homicidio completamente voluntario por parte del protagonista… El compañero con el que me ha tocado trabajar estos últimos días ha sido una prueba a mi entereza estomacal y nerviosa.
No llegaría a explicarme del todo bien, más que poniendo ejemplos, de las situaciones absurdas en las que me veía con esta persona. Pasar demasiado tiempo con él provocaba preguntas retrospectivas con respecto a mi sistema de lógica. ¿Soy yo o es él?
Caso 1:
Yo: “¿Has desayunado?”
Él: “¿Hoy?
Yo: …
Caso 2:
(Llamada telefónica a mi habitación de hotel, una hora y media después de llegar de un agotador viaje de 12 horas y tras casi 24 horas sin dormir)
Él: “¿Sabes cuál es el prefijo de Japón?”
Yo: 0081
Él: “¿Estabas durmiendo?
Yo: …
Caso 3:
(Mirando el mapa tratando de encontrar la Fontana de Trevi en Roma, por expresa y repetitiva petición suya)
Él: “¿Dónde vamos?
Yo: …
Esto es sólo un brevísimo ejemplo de los días de tensión e interrogante infinita a los que he estado sometida… ¿Y cómo acaban esas pelis?…
節句
Hace 12 años